Empezó como modelo a los 13 años y hoy tiene una tienda en la que vende vestidos y zapatos diseñados por ella misma. Ha sabido superar obstáculos dramáticos en su vida y la sonrisa nunca se le borra del rostro. La hija del pintor Rafael García-Miró nos cuenta su historia ejemplar.
Una chica ha montado su oficina en el Starbucks de Larcomar. Estoy sentado frente a ella. Sus salvajes ojos verdes parecen iluminar todo el lugar, cada vez que levanta la vista por encima de su laptop, como si esperara a alguien. En las dos mesas que ocupa, hay papeles desparramados, pero un gran cuaderno para hacer bocetos me hace entrar en razón y caer en la cuenta de que se trata de Alondra. Así que me levanto, me acerco y la saludo. “Te estaba esperando”, me dice. Me siento a su lado. Entonces, empieza a hablar y no para. Yo solo tengo que encender la grabadora.
Alondra García-Miró ingresó en el primer puesto al Mod’Art International para estudiar diseño, “¡creo que fue el puntaje más alto en la historia del instituto!”. Quizá haya ayudado el hecho de ser hija del reconocido pintor peruano Rafael García–Miró o el que su madre, Carmen Santillana, haya sido modelo, aunque méritos propios no le faltan. Lo cierto es que, a los 13 años, Alondra comenzó a trabajar también como modelo. El fulgor del mundo de la moda la estimuló tanto que cuando llegó a quinto de secundaria, en el Villa María, su rostro se compungía de tan solo escuchar a sus amigas del colegio hablar de sus anhelos profesionales ligados a las finanzas y la administración de empresas: “¡Lo mío es la moda! ¡Amo la moda!”. Y se lo hizo saber a su madre.
De los ojos de Carmen salieron destellos de luz al enterarse de que su hija mostraba un profundo interés por estudiar Diseño de Modas, pues, según Alondra, “era su carrera soñada”. “Si no lo hice yo, lo vas a hacer tú, hija mía”, le dijo Carmen. El caso es que Alondra ingresó al instituto cuando tenía 17 años. Un año después, su madre falleció. “El mundo se me vino encima, me fui al diablo… Pero me levanté enseguida; tenía que terminar la carrera, lo tenía que hacer por ella”, asegura. Y así fue.
Ahora Alondra tiene 20 años y una tienda (que se llama Soirée) en la que vende los vestidos y zapatos que diseña junto a su amiga y socia Alexandra Acevedo. Ahora comprende que para sacar adelante un negocio no solo se necesita tener creatividad. Por ello, el próximo año estudiará Administración y Márketing: “Quiero tener una segunda carrera. Ya tengo el título del instituto, ahora quiero uno universitario”. ¿Cómo hará para estudiar una carrera en la universidad, si todos los días tiene que correr en el Gol negro que heredó de su madre para ir a Gamarra a escoger las telas; al taller para supervisar los vestidos que se hacen, no solo para su empresa sino para marcas importantes que solicitan sus servicios de diseñadora; a su tienda, a colgar la ropa y sacar cuentas? “¡Pues estudiando por las noches!”, responde.
Mientras cuenta su historia, Alondra transmite una energía cuya onda expansiva podría llegar hasta la discoteca Aura, a pocos metros de donde estamos sentados y donde trabaja los jueves. Ahí, Alondra tiene como tarea recibir a la gente, invitar un trago a los amigos de la casa, armar las listas de invitados… “¡Ponerle onda y que todo el mundo vaya y se divierta!”. Curiosamente, su novio, también trabaja ahí. Él maneja otros locales nocturnos en Asia y en Miraflores, como el Quinta Avenida.
Alondra, quien además es prima de Arturo “Chino” Ruiz García-Miró, empresario y promotor de música electrónica, admite que no es sencillo combinar diversión y trabajo, “sobre todo a mi edad”, pero asegura que tiene sus objetivos bien claros y los va a cumplir. “El próximo año planeamos abrir una tienda más”, anuncia con firmeza, y es difícil no creerle.
Alondra García Miró
Luego de la ausencia de la pareja formada por Mario Irivarren y Alondra García Miró al programa concurso, el Jefe pidió a todos los capitanes y brazos derechos que decidan si los combatientes continuarían en competencia o serían eliminados por su falta.
Todos los capitanes, brazos derechos y combatientes de la Nación de la Tierra, la cual es lideraba por Irivarren, emitieron sus votos con las decisiones personales o grupales sobre la continuación de la pareja Irivarren-García Miró en el programa concurso.
Tras una inacabable espera y varias lágrimas de Alondra García Miró, el conductor del programa Gian Piero Díaz, anunció la permanencia de la pareja luego de haber contado quince votos a favor y nueve en contra.
“Se que conté con los votos de mi nación, se que tuve el apoyo de Yamila, Hugo, Vincenzo, Israel y Karen, porque son mis amigos pero creo que hubo muchos que consideraba mis amigos pero que toman muy en serio el tema de la competencia y ya vi que aquí nadie cree en nadie, uno nunca sabe en quien confiar”, respondió Mario Irivarren.
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